LAS EXPUSO SU DECANO, EDUARDO LAOS DE LAMA
COLEGIO DE NOTARIOS ADOPTA MEDIDAS PARA EVITAR FALSIFICACIÓN DOCUMENTARIA
agenciaperu.com
En entrevista concedida a La Ventana Indiscreta, el decano del Colegio de Notarios del Perú, Eduardo Laos de Lama, comunicó las medidas adoptadas por su institución para enfrentar la sistemática falsificación de documentos en el país, que ha tenido como participantes pasivos a algunos de sus colegas.
“Tomamos la decisión de tomar el toro por las astas, buscar revertir esta situación que venía in crescendo en los últimos meses. Lo primero era crear conciencia en los propios notarios de que la diligencia es importantísima para nuestra función”, expresó.
Laos de Lama manifestó que los notarios deben evitar ser sorprendidos, “porque de alguna forma también somos víctimas, pero si no garantizamos la legalidad de las acciones notariales, nuestra labor se ve disminuida”.
“Hemos tenido charlas con expertos para poder detectar los DNI falsificados, y una prioridad ha sido generar mecanismos tecnológicos que brinden mayor apoyo en la certificación, como la adquisición de lectores de código de barras, y la verificación, por medio de la luz ultravioleta, del ubigeo que señala en el DNI el lugar de nacimiento”, explicó.
Además, indicó que “un notario de Lima ha desarrollado un software, novedoso y muy efectivo, que compara con un lector las huellas digitales de la persona que firma el documento en la notaría, con la que figura en la base de datos del RENIEC, lo que prácticamente hace imposible la suplantación”.
“Pese a que las suplantaciones se han reducido por nuestra labor preventiva, los ciudadanos aún no tienen conciencia de que falsificar es realmente un delito grave. Desde el joven que imita la firma del padre en la libreta para que no conozca sus cursos jalados, se genera una inconciencia de lo que significa falsificar”, subrayó.
El decano de los notarios enfatizó que la falsificación no se considera un delito, sino un pecadillo. Incluso, muchas veces las personas deciden cometer el acto ilícito para evitar un viaje al interior del país.
“El comandante Pinzás, de la comisaría de Cotabambas, que ejerce jurisdicción sobre el centro de falsificación más grande del país, el jirón Azángaro, nos explicaba que no sólo se falsifica por un tema netamente delictivo, sino que los jóvenes usan un DNI falso para entrar a una discoteca o un chofer falsifica un brevete, su herramienta de trabajo”, recalcó.
COLEGIO DE NOTARIOS ADOPTA MEDIDAS PARA EVITAR FALSIFICACIÓN DOCUMENTARIA
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En entrevista concedida a La Ventana Indiscreta, el decano del Colegio de Notarios del Perú, Eduardo Laos de Lama, comunicó las medidas adoptadas por su institución para enfrentar la sistemática falsificación de documentos en el país, que ha tenido como participantes pasivos a algunos de sus colegas.
“Tomamos la decisión de tomar el toro por las astas, buscar revertir esta situación que venía in crescendo en los últimos meses. Lo primero era crear conciencia en los propios notarios de que la diligencia es importantísima para nuestra función”, expresó.
Laos de Lama manifestó que los notarios deben evitar ser sorprendidos, “porque de alguna forma también somos víctimas, pero si no garantizamos la legalidad de las acciones notariales, nuestra labor se ve disminuida”.
“Hemos tenido charlas con expertos para poder detectar los DNI falsificados, y una prioridad ha sido generar mecanismos tecnológicos que brinden mayor apoyo en la certificación, como la adquisición de lectores de código de barras, y la verificación, por medio de la luz ultravioleta, del ubigeo que señala en el DNI el lugar de nacimiento”, explicó.
Además, indicó que “un notario de Lima ha desarrollado un software, novedoso y muy efectivo, que compara con un lector las huellas digitales de la persona que firma el documento en la notaría, con la que figura en la base de datos del RENIEC, lo que prácticamente hace imposible la suplantación”.
“Pese a que las suplantaciones se han reducido por nuestra labor preventiva, los ciudadanos aún no tienen conciencia de que falsificar es realmente un delito grave. Desde el joven que imita la firma del padre en la libreta para que no conozca sus cursos jalados, se genera una inconciencia de lo que significa falsificar”, subrayó.
El decano de los notarios enfatizó que la falsificación no se considera un delito, sino un pecadillo. Incluso, muchas veces las personas deciden cometer el acto ilícito para evitar un viaje al interior del país.
“El comandante Pinzás, de la comisaría de Cotabambas, que ejerce jurisdicción sobre el centro de falsificación más grande del país, el jirón Azángaro, nos explicaba que no sólo se falsifica por un tema netamente delictivo, sino que los jóvenes usan un DNI falso para entrar a una discoteca o un chofer falsifica un brevete, su herramienta de trabajo”, recalcó.
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